Mensaje de Navidad

Hace aproximadamente dos mil años, un hombre nació en la tierra con un propósito que nadie pensó, era tan profundamente importante. Ese día los astros brillaron con todo su esplendor, y el mundo se llenó de significado. Su vida trascurrió pacíficamente, sin embargo, sus últimos años fueron tormentosos. ¿Y todo por qué? Sólo una simple palabra: Amor.

Hoy en día son pocos los que recuerdan qué se celebra, o la razón de que se desee el amor y la paz. Las calles se llenan de luces, las casas brillan con los árboles navideños adornados de hermosos colores, los renos y un hombre desconocido vestido de rojo se ríe deseando feliz navidad. Pero, ¿qué es verdaderamente la navidad?

Sé que la mayoría hoy lo celebraremos junto a nuestras familias llenos de felicidad, no obstante, hay quienes hoy estarán solos, algunos resintiendo la pérdida de un ser amado que ya se ido, y otros se sentarán a la mesa frente a la cena de noche buena con un vacío grade en sus corazones sin sentir nada de lo que llaman “espíritu navideño”.

Queridos amigos lectores, conocidos y desconocidos; que este día conozcan que la razón que hoy sea un día de celebración para el amor y la paz no es por la mercadotecnia que nos vende una navidad material, sino porque alguien nos amó tanto que nació y murió por nosotros. Y sé que muchos están cansados de escuchar de religión, pero no se trata absolutamente nada de eso, sino que les comparto de un cambio real y duradero que he experimentado por mi misma; una navidad que nace en el corazón y que dura hasta el último día de nuestras vidas. Una navidad que sin importar los solos que nos encontremos alrededor, nunca nos abandona la dicha de no sabernos abandonados y ser amados; que sin importar los problemas, estos ya no nos pueden aplastar más. Tener alas y volar.

Jesucristo les ama y quiere cambiar sus vidas. Esta noche mientras los demás celebran, y algunos perderán el conocimiento y mañana todo volverá a la normalidad, yo les deseo que dure para siempre. Sólo hay que dejar de tener miedo y abrir el corazón. 

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¡Felices Navidades!