Como ya les había comentado, la
escuela no me había dejado leer casi nada. Con decirles que el mes pasado tan
sólo pude leerme de principio a fin un único libro, culpa de la montaña de
trabajo que tenía encima. Y ahora que he recuperado el tiempo requerido para
tocar una preciosa cubierta, o sostener por fin mi tableta para mis queridos e-books,
me he encontrado con una enorme sorpresa y en cuanto The Iron Knight de Julie Kagawa,
último libro de mi amada saga The Iron Fey, llegó a mi poder, me lo bebí en dos
días (si no es que menos).
Yo quisiera compartir mis
sentimientos al respecto. Antes debo aclarar, NO es una reseña ni nada de eso,
y mucho menos contiene spoilers, simplemente, como dije, quiero compartir mis
sentimientos, sacarlos de mi ronco pecho (sorry, me he puesto sentimental con
este final). Sé que no he reseñado ninguno de los libros de la saga en el blog,
lo único que podrán encontrar es una recomendación en general, lo más elaborada
posible Aquí.
Tengo razones de peso para no haber
reseñado libro por libro, y es porque esta saga no merece que la despepite
delante de ustedes, sino que es una serie merecedores de que vayas y te
sumerjas por tu propia cuenta en esta historia. Lo más curioso de The Iron Fey,
es la indudable conexión con todos los cuentos que hemos leído de niños,
salpicados con el género del Steampunk, y la increíble forma en que Julie
Kagawa los transforma en una secuencia de sucesos en donde un adulto puede
emocionarse como niño. Cuando leí The Iron King, me gustó mucho y fue una
experiencia refrescante de todo lo que había leído antes. Sin embargo, no era
perfecto ni de lejos, ya que como inicio de la saga, TIKing es muy
introductorio; no obstante había algo que me impulsaba a seguir, bien pudo
haber sido sólo la curiosidad. Pero entonces, a lo largo de tres libros y dos
historias cortas, y darme cuenta que es una de mis sagas favoritas de todos los
tiempos, llego a encontrar en The Iron Knight, el final de la historia de
Meghan y Ash, una seriedad que no creí posible en los anteriores libros, o al
menos poco común en los libros de fantasía romántica para adolescentes.
El cambio de narrador es el mayor
factor que influye en esta drástica diferencia, pues ya no estamos en la mente
de una adolecente, sino de un ser con siglos de existencia. Ashallayn, el príncipe de Invierno, toma la batuta contándonos
su propia historia adentrándonos en una vida llena de pesar, oscuridad, dolor,
tormento, remordimiento y arrepentimiento. Pero lo mejor de todo, no sólo los
fans de Ash disfrutarán. Puck, nuestro querido bromista, está muy presente y tan
sólido en el pasado y presente de Ash como él mismo. La pluma de Julie se
siente llena de fuerza y madura, por lo que me ha sorprendido tanto encontrar
en la vida de Ash una profundidad con la que mi corazón ha quedado, más allá de
satisfecho, dolorido y feliz al mismo tiempo.
La misma Julie ha declarado que no
se arrepiente de nada de lo que ha escrito en TIKnight, y yo como fan le
agradezco que haya escrito esta clase de historia, en donde no por ser
personaje masculino no quiere decir que no vaya a haber sensibilidad, porque la
hay ¡y mucha! La vida de Ash es un tremendo drama! Bien escrita su historia el
libro llega al corazón, te hace entristecer, enojar y alegrarte a partes
iguales. Su pasado es espeso, por lo que TIKnight es un libro denso con una
lectura a veces lenta y pausada, pero no cansada ni mucho menos aburrida. Las
últimas cien páginas son un total tesoro para los fans, han sido mis favoritas y
casi estuve a punto de llorar pues Ash es un hombre lleno de sentimientos
buenos y malos, por lo que verlo lidiar con ellos se hace doloroso en un punto,
pero al final todo vale la pena y el mismo lector se da cuenta que la
resolución debió haber sido así desde el principio.
Por lo tanto, es una novela de lo
más sincera y se siente correcta, nunca fuera de lugar, ya que vemos al
verdadero Ash detrás de la máscara de frialdad que en un principio enamoró a
medio fandom. Verlo en toda su vulnerabilidad ha sido un verdadero lujo. El
final ha sido uno de los más perfectos que he leído en alguna saga de fantasía
juvenil actual (y con la historia corta de San Valentín de Ash y Meghan, el
pastel con su cereza, The Iron Fey ha quedado en la más pura perfección de
final). Estoy satisfecha, contentísima, y aunque ando un tanto triste porque ya
se acabó, espero con ansias la fecha para la salida de The Lost Prince, el
spin-off, y espero ver a todos mis personajes favoritos de nuevo, ver cómo les
ha ido, esperando que Puck siga haciendo de las suyas ahora más que nunca en
esta nueva saga, y volver a sumergirme en el maravilloso mundo que Julie Kagawa
creó.
Perdón si los molesté con toda esta
perorata, pero tenía que sacarlo u///u. Ha sido algo tan emotivo, que no he
evitado ponerle emocional. Desde hace tiempo que un final de saga no me pone
así.
Nos LEEmos^^